domingo, 31 de agosto de 2008

Mi tío (1958) de Jacques Tati.


Las películas de J. Tati satirizan la vida moderna, el mundo de la arquitectura y el diseño, siempre son un redescubrimiento excepcional. Tati siempre trabajó al lado de Jaques Lagranje, pintor e ilustrador, fue a quién encargo el diseño de los decorados de sus películas. En Playtime (1967), comentada en otro artículo, la colaboración de lo dos fue total, construyeron una ciudad entera, absurda y delirante, símbolo de la eficiencia y funcionalidad mal entendida. Una ciudad tecnológica que provocaba cómicas situaciones para desesperación de algunos de sus moradores y vanagloria de inexorables tecnológinoicos.
En Mi Tío (Mon Oncle), anterior a Playtime, la casa donde reside la familia del señor Hulot esta compuesta de un jardín con caminos laberínticos y desatinados, la cocina está llena de artefactos inútiles, el mobiliario es de lo más inidentificable y enredoso, se trata de una vivienda dotada de los avances tecnológicos de la época pero incomoda y deshumanizada.
La familia de Hulot esta alienada, carecen de relaciones personales normales ante la imposición tiránica de la domotica. Hubo alguien que eso no lo supo entender o no captó la ironía y se hizo construir en Francia una casa réplica a la de la película.
También me enterado que en Barcelona existe un restaurante “Boite Tati” decorado a la manera del universo Tati. Parece ser que los clientes denotan cierta dificultad al tomar asiento en el local ya que las mesas son unos 10 cm más bajas de lo normal lo que provoca que, a veces, a los camareros se les caigan los platos.
Ir a comer allí es una odisea. Yo no pienso perdérmelo.

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