viernes, 14 de agosto de 2009

Ana Belén - 'Peces de ciudad'



Ana Belén. Peces de Ciudad.


Se llamaba Alain Delon
el viajero que quiso enseñarme a besar
en la Gare d`Austerlitz.
Primavera de un amor,
amarillo y fugaz como el sol
del veranillo de San Martín.

Hay quien dice que fui yo
la primera en olvidar,
cuando en un si bemol de Jacques Brel
me perdí "dans le port d`Amsterdam."

En la fatua Nueva York
da más sombra que los limoneros
la Estatua de la Libertad.

Pero en Desolation Row,
las sirenas de los petroleros,
no dejan reír ni volar.

Y en el coro de Babel,
desafina un español.
No hay más ley que la ley del tesoro
en las minas del rey Salomón.

Desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis sueños va ligero de equipaje
sobre un cascarón de nuez.

Mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.

Y cómo huir
cuando no quedan islas para naufragar
al país donde los sabios
se retiran del agravio
de buscar labios
que sacan de quicio.

Mentiras que ganan juicios tan sumarios
que envilecen el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad,
que perdieron las agallas
en un banco de morralla
que nadan por no llorar.

El Dorado era un champú,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web.

En Macondo comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.

Cuando en vuelo regular,
surqué el cielo de Madrid,
me esperaban dos pies en el suelo
que no se acordaban de mí.

Desafiando el oleaje
sin timón ni timonel
por mis sueños va ligero de equipaje
sobre un cascarón de nuez.

Mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.

Y cómo huir
cuando no quedan islas para naufragar
al país donde los sabios
se retiran del agravio
de buscar labios
que sacan de quicio.

Mentiras que ganan juicios tan sumarios
que envilecen el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad,
que perdieron las agallas
en un banco de morralla.
en una playa sin mar.

jueves, 13 de agosto de 2009

LOST IN SPACE.


Después de estar por la mañana en la Sierra y ver el Peñalara, esta tarde entre varias opciones… echar mucho de menos a Logan y Thor. La felicidad es bien sencilla, el Amor en casa.
Iba al cine dispuesto, me disponía a entrar y me ha dado pereza. Me he vuelto a casa en Metro tras el intento infructuoso de hacerlo a pie. Sin darme cuenta, he pasado por aquí (foto). Tantos años han pasado… Aquí estudié …, viví intensamente y se acabó un ciclo. Aquel mundo ya está suspendido en algún lugar de nuestra memoria o del olvido de los que allí estuvimos. Todo se oscurece en este mar, los amigos, las amigas, los viejos profesores, las revoluciones. Que despiadada es la línea recta del tiempo.

El patio Maravillas.







Deambular por las calles, en esencia movimiento. Los personajes de la calle de La Palma afrontan un suelo con más pendiente que ternura. Llego consciente al Conde Duque con lo que interesa a un paseante como son los reflejos de la realidad. Unas cuantas exposiciones incoherentes en un decorado en obras jalonan la fachada. Espero. Una plaza cuadrangular da respiro a unas calles abrasadoras, unos olmos siberianos, un perro pequeño y unas terracillas de verano repletas de sentimentales modernos. Aparece la Rubia que me bombardea con su sonrisa, permanezco en unos bancos individuales extraños. Una experiencia. Descubro un sonido de un móvil. Están llegando, son Peter y los suyos. La Rubia y yo decidimos esperar en la terracilla de la camarera aséptica. Más allá un mundo de piernas y finísimas telas. En el otro lado, espera un señor con sombrero. Aparece Peter y aquel universo. A Charlie no le veía desde una impuesta infelicidad en su familia. Al rato, aparecemos por la calle del Acuerdo y aquí tenemos una experiencia lúdica. Las impresiones son perceptibles. Se trata de una casa ocupa, “El Patio Maravillas”. Entramos a un lugar, transformado en un polivalente edificio. Alcohol, música, cine, talleres…un paisaje sugerente y gente ... Ahí está la frontera, el blanco y el negro. Asomados a la azotea un par de barbudos gritan, los murales son bravos, la música idónea y una pareja de jóvenes sostienen a un bebé precioso. Dos tercios, una sin, un vaso de vino y un refresco, seis euros. Un inhabitual haciendo de camarero en un espacio autogestionado. La música cambia a locura. El patio bulle, sigo viendo a tipos con crisis existenciales y a anarquistas. La mamá del bebé es muy guapa, sonríe sin actuar. Un muchacho indistinguible conversa con una muchacha pelirroja, se dirían que alcanzan un alto grado de composición escénica. Entre los habitantes y los espectadores no existe la posibilidad de equivocarse, se fragmentan por las razones misteriosas que les han llevado hasta aquí. El patio parece una trinchera, una bicis encadenadas a las rejas y las trazas de frases revolucionarias lo dan forma. Cuando abandono el lugar, abandono el experimento vinculado al romanticismo. Como alguien dijo, "a algunos ilumina y a otros quema".

martes, 11 de agosto de 2009

Cumulonimbos.

Los Cumulonimbos en tierras manchegas el pasado Domingo.
Ando ahora por culpa de una de esas especiales transacciones privadas metido en los algodonosos límites de las nubes y la busqueda de la permanente gloria en el trabajo. Con la cámara en ristre, disparo a cuanta nube que delata cierto Arte de la Naturaleza. Se juntan como en las corrientes ascendentes de aire cálido y húmedo, lo que descubro y lo que ocurre realmente en mi cabeza.
Una confluencia de experiencia estética y un implacable camino. ¿Dejaré la ciudad? se abren nuevos paisajes muy potentes y nuevas fronteras ante una nueva perspectiva. ¿Qué efectos geofamiliares tendrá el marcharme de Madrid? Es pues una proposición abierta, tanta como la efervescencia de estos cumulonimbos levantándose en desafío.

lunes, 10 de agosto de 2009

Retenciones en la Autovia A-3.


Esta noche que volvía sólo, una monumental retención en la Autovia A-3 me ha hecho llegar a altas horas y exponerme a “La Transversal”, un programa de Radio Nacional que entrevistaba a Lara López, actualmente Directora de Radio-3 y, parece ser, fundadora del destacado espacio incalificable.
Me han despejado del sueño por el camino y tanto que ahora, escribo a este respecto. Vengo a cuento de esto, por lo que se vaga con frecuencia con la mente, ya escuchando la radio, ya tomando una cerveza, ya en la cama, ya dónde hay algún rastro de fantasía.
Venía escuchando los incongruentes temas que hacía gala el presentador de tal programa y cómo iba pronunciándose al muy infiel oyente de mi persona, bla, bla, bla… una voz melodiosa y de gran énfasis que, a su vez, concentraba una cadena de comandos inequívocos, enviaba su convencido mensaje. Mientras, la completamente contenida Lara López, se deja llevar y cuenta, con gran enganche, las historias del nacimiento de “la Transversal” en aquella atmósfera primigenia de hace 100 programas. Su voz y la ausencia de imágenes me hacen imaginar… delante, una exposición de luces de freno, matriculas y 22º de temperatura exterior. Con la ayuda de esa sed de sexo que este verano me tiene acostumbrado Waity, por esos espacios con la familia política y con la mía propia de por medio, los niños por acullá y luego, esa jerga inhibidora a las que da luz verde las situaciones referidas… me imagino el trasero de Lara en una de esos ensambles incorrectos políticamente pero válidos llegando al kilómetro 56 en la soledad del habitáculo del vehículo. Bien creo que será fascinante por ese tono de voz y sin abandonar el terreno, el resto de las esencias. En buena medida, pongo en juego toda la carga tópica en las referidas situaciones y con la mirada perdida, divagaba. Y en este escenario con el coche parado en la vía, me encontraba hace un rato. Disparatado episodio. Mañana, la retención nocturna quedará disipada como en esos anuncios publicitarios que inundan las televisiones.